29 de septiembre de 2007

"El Dragón y el Escorpión"

Un día, Dragón acudió al Escorpión y dijo: "He visto cómo engañaste a Ki-Rin." Y Escorpión asintió. Dragón continuó: "He visto cómo engañaste a León." Y Escorpión asintió. Dragón continuó: "He visto cómo engañaste a Grulla." Y el Escorpión asintió. Dragón continuó: "Estaba allí cuando engañaste a Cangrejo." Y Escorpión asintió. Dragón continuó: "Y sabía lo que harías a Fénix."
Y Escorpión dijo: "Y te quedaste quieto y no hiciste nada."
Y Dragón no tuvo nada más que decir.

("La Senda del Escorpión". Ed.: La Factoría de Ideas)

"El Fénix y el Escorpión"

Un día el Escorpión fue hasta el Fénix en sus altas montañas y le dijo: "Tengo un regalo para ti."
El Fénix retrocedió. "Oh, no. Te conozco, hermano Escorpión. Lo sé todo sobre ti. No quiero tu regalo."
"Oh, de verdad", dijo el Escorpión. "Lo dejaré aquí", dijo mientras lo dejaba en el suelo. "Y si no lo quieres, algún otro lo querrá." Luego, el Escorpión se fue.
El Fénix miró el regalo y pensó. "Si cojo el regalo y es una trampa me habrá engañado. Pero si lo dejo y no es una trampa también me habrá engañado. ¿Qué debería hacer?"
Todo aquel día, Fénix se sentó y miró al regalo, pensando: "¿Qué debía tener en mente? Engañó al Cangrejo con la furia y al León con el orgullo. Engañó a Ki-Rin con su ignorancia y a Grulla con adulación. ¿Cómo pretenderá engañarme a mí?"
Pronto, Madre Sol había cruzado el cielo y Padre Luna había iniciado su progreso nocturno, pero Fénix no se había movido un solo paso.
Estaba clavado al suelo, evaluando el regalo Escorpión. Cuando alzó la mirada a la mañana siguiente, vio al Escorpión mirándole y riéndose.
Y Fénix no tuvo nada más que decir.

("La Senda del Escorpión". Ed.: La Factoría de Ideas)

"El Ki-Rin y el Escorpión"

Un día Ki-Rin estaba retozando en su campo. Su hermana Fénix le había dicho que tuviera cuidado con el Escorpión, pero Ki-Rin estaba demasiado ocupada jugando, pateando y saltando, y mirando todas esas cosas nuevas y sólo había oído a medias la advertencia de su hermana.
Mientras jugaba, una criatura trepó a una roca para observar. Ki-Rin vio a la criatura y dijo: "He visto a Flor y he visto a Árbol, y he visto a Caballo, pero no te había visto a ti. ¿Quién eres?"
La criatura dijo: "Soy la Verdad".
Ki-Rin sonrió, "Estoy muy contenta de conocerte, amiga Verdad. ¿Has visto al Escorpión? Mi hermana me ha dicho que tenga cuidado con él, pero no sé cómo es."
"Sí, conozco al Escorpión", dijo Verdad.
"¿Puedes decirme cómo es?" "Sí. En realidad podemos ir a buscarle ahora. Si me llevas a tu espalda iremos mucho más rápido que si caminamos los dos."
"¡Buena idea!", dijo Ki-Rin. "Sube a mi espalda, amiga, y nos iremos".
Verdad trepó a la espalda de Ki-Rin y partieron en busca del Escorpión.
"Entonces", preguntó Ki-Rin. "¿Cómo es el Escorpión?"
"Tiene dos pinzas afiladas", dijo Verdad. Ki-Rin miró las dos pinzas afiladas de Verdad y dijo: "Ah, ya veo".
"Y tiene muchas patas"
Ki-Rin miró las muchas patas de Verdad y dijo: "Ah, ya veo".
"Y tiene un aguijón que inyecta veneno mortal".
Ki-Rin miró el aguijón de Verdad y dijo: "Entonces, Verdad, ¿es como tú?"
Verdad sonrió y dijo: "Sí, sí lo es."
Ki-Rin rió. "¿No es afortunado que te haya encontrado a ti antes?"
El Escorpión asintió: "Sí, lo es".
Y Ki-Rin no tuvo más que decir.

("La Senda del Escorpión". Ed.: La Factoría de Ideas)

"El Cangrejo y el Escorpión"

Una vez, hace mucho, el Escorpión estaba paseando por una playa con su hermano Cangrejo.
"Ah, Escorpión", dijo Cangrejo. "Has engañado al León y a la Grulla, pero no podrás ganarme a mí. Porque estoy seguro dentro de mi casa armada y ni siquiera tu aguijón envenenado puede alcanzarme".
Escorpión observó las planchas metálicas de Cangrejo y asintió. "Es cierto, amigo mío. Pero qué triste para ti estar atrapado en una prisión tan pesada".
"¿Qué?", dijo Cangrejo. "¡No es una prisión, es mi casa!"
"Por supuesto", sonrió el Escorpión. "Y eso es lo que todos te dicen. Pero si no es una prisión serías capaz de quitártela. He oído que estás maldito, condenado a pasar el resto de tu vida cargando con tu prisión a la espalda."
Cangrejo dijo: "¡Puedo quitármela cuando quiera!" El Escorpión asintió tristemente y dijo: "Te aseguro que se lo dirá a todo el mundo."
Cangrejo tropezó en la arena, "¡Puedo quitarme mi caparazón cuando quiera!"
El Escorpión preguntó: "¿Lo has intentado?"
El Cangrejo se detuvo y se quitó su casa de la espalda lanzándola a un lado. El Escorpion sonrió mientras se miraban uno a otro. Y el Cangrejo no tuvo nada que decir.

("La Senda del Escorpión". Ed.: La Factoría de Ideas)

"La Grulla y el Escorpión"

Una vez había una Grulla y un Escorpión sentados a la orilla de un río. La Grulla dijo: "¿No es divertido cómo las Fortunas repartieron sus bendiciones entre las criaturas?"
El Escorpión miró a la Grulla con suspicacia. "¿Qué quieres decir?" La Grulla sonrió y dijo: "Mírame. Mira mis hermosas alas y plumas. Puedo volar y puedo nadar. Mira mi cuello perfecto y mis ojos brillantes. Soy la envidia de todas las criaturas del mundo".
Entonces la Grulla miró al Escorpión y dijo: "Mírate tú. Todo lo que tienes es tu aguijón".
"Ah", dijo el Escorpión, "pero eso significa que tú no tienes nada que ganar, y yo no tengo nada que perder. Y cuando tú seas viaja y hayas perdido tus plumas, ya no podrás volar. Y cuando estés gorda y medio ciega, no podrás nadar. Entonces, cuando estés contando todo lo que has perdido, yo estaré contando todo lo que he ganado."
Y la Grulla no tuvo más que decir.

("La Senda del Escorpión". Ed.: La Factoría de Ideas)

17º día del mes del Jabalí (Hida)

Es por la mañana. Hoy es el duelo, pero yo no voy a ir. No me apetece; he matado a un hombre y no estoy de humor.
Salgo de mi habitación. Todo el mundo habla de la impresionante victoria de Kakita Hojatsu.
Me cruzo con él y le digo: "Me alegro de que el Imperio no haya perdido un artista del origami".

16º día del mes del Jabalí (Hida)

Ya es de día. Voy a la habitación de Hojatsu. Me regala un escorpión de papel y lo pongo después en medio del cuarto de las comidas. Je, je.
Desayunamos. Está mejor que el de ayer.

Nos reunimos. Viene un sirviente. Ha encontrado pelos negros muy largos en la habitación de Hiruma Saoten, un Cangrejo.
Vamos a hablar con Kagemaru, en una terraza. Hojatsu acusa formalmente al Hiruma. Pobre, dudo que haya sido él. Pobre. Va a haber un duelo mañana al amanecer.

Hablo con mi maestro. Le cuento que mi misón está cumplida. Le comento lo ocurrido con el Hiruma. El Escorpión estaba detrás de todo esto. Pero yo "no sé nada".

Voy a comer. La Kuni está disgustada.
Paso el día tranquilamente por el palacio. Después de cenar voy a mi cuarto. Me he enterado de que el Yasuki ha muerto de gripe. Sí, sí, de gripe.

15º día del mes del Jabalí (Hida)

Estamos desayunando. Decidimos ir a hablar con Kitsu (León) después de recopilar los datos. Está en el jardín.
He discutido con el Kitsu, acusándome de mentir. ¡Mentir, yo!

Nos reunimos con un criado; el jefe de los criados. Vamos a hablar con uno de los criados. Su testimonio puede ser clave. Le ofreció un kimono de criado a un Unicornio Moto que era hombre.
Nos acompaña para indicarnos qué samurai le pidió el kimono para su criado, el cual tuvo un accidente y rompió el suyo.

Después de pasar toda la mañana haciendo origami con Hojatsu-sama (el Kakita), nos vamos a comer. Nos reunimos con Shimara y Keita en la comida.
Un Escorpión y un Grulla requieren la sabiduría de Mai, así que nos abandona.

Nos dirigimos a ver al Unicornio, pero no sacamos nada en claro.

El jefe de sirvientes nos dice que ha encontrado una peluca en los aposentos de un Asahina.
Hablamos con el Asahina. Está sorprendido. Ha pasado la noche con una Mirumoto Matsuko. No habló de su clan.

Me voy a bañarme para esta noche. Me preparo para mi misión.
Me dirijo al círculo de gente que habla con el Yasuki. Han gritado: "¡Ninja!" Con el jaleo le he inyectado al Yasuki veneno de araña. Todo ha salido bien.

Voy a cenar con mis compañeros.
Busco a la Soshi. No la encuentro y vuelvo con mis compañeros.

Me voy a mi cuarto.

14º día del mes del Jabalí (Hida)

Empieza el torneo. Estoy cerca de mi maestro.
El Grulla gana su primer torneo. El Escorpión pierde contra un Unicornio.
El segundo combate del Grulla es contra un León, pero ocurre algo sospechoso pues un haz de magia atraviesa la escena. Kagemaru-sama anula el torneo. Los León van a declarar la guerra a la Grulla.

Un sirviente me indica que Kagemaru quiere hablar con nosotros. Kagemaru está muy nervioso. Tenemos que ayudar a reponer el daño hacia la Grulla.
Todo el castillo está patas arriba. Hay rumores de todo tipo.

Voy a hablar con Soshi Rimada. El Grulla de anoche, un Kakita, viene tras de mí. Mando al Kakita a que vaya a hablar con el resto del grupo, principalmente para poder hablar con Rimada sin escuchas.
Rimada me comenta que el Escorpión sospecha de los Cangrejo. Los Cangrejo están en guerra con los Grulla, si consiguen que los León le declaren la guerra a los Grulla, sacarán un gran beneficio.

Toritaka Daigoro es un Cangrejo que no parece muy rudo. Tonteo con él y me cuenta que sospecha de los León. Que este año les haya ido mal a los León influye para que quieran guerrear con ellos. A los Cangrejo les vien bien, pero no sabe nada, no conoce la magia.

Es la hora de comer. Discutimos los planes. Los dmás sospechan de la "pseudorrelación" que mantenemos el Kakita y yo.

Tras terminar la comida, me llevo a Keita al jardín y le pregunto por Shimara. Él me comenta que esta forma de actuar es más propia de otros clanes más sutiles.

Ya es por la tarde. Vamos a hablar con un Asahina, shugenja Grulla. Dice que no saben nada, ya que están ahí para curar heridos.

He discutido con la Kuni. Me voy a buscar a Soshi Rimada.
Me comentan que está reunida con un Unicornio Moto. Vamos a ver a un shugenja Unicornio. Pero nos interrumpen para hablar con Isawa Jimura, shugenja Fénix. La Kuni me dice que son los más grandes conocedores de la magia.
Salimos a la terraza, donde está sentado el Isawa. Realiza una ceremonia del té, que dura una hora más o menos. Nos comenta que el hechizo venía de la zona en la que se encontraban el Unicornio y el Escorpión. ¿Habrá sido Soshi Rimada? No, seguro que ha sido el Unicornio. Tengo que encontrar a Rimada para confirmar mis sospechas sobre el Unicornio.

Ya es la hora de la cena.

Mihua me llama después de cenar y me manda una misión: envenenar a un tal Yasuki Daiterao cuando comience un revuelo mañana.

El Kakita sólo va de aquí para allá trayendo información de vez en cuando. Al parecer, alguien se ha disfrazado para infiltrarse entre los Unicornio.

Nos retiramos a dormir. Keita se disculpa para ir al jardín. Salgo a buscarle. Tnego una discusión con él, en la nieve. Después me voy a mi cuarto. Me he encontrado una cartita en la nieve, de Keita.

13º día del mes del Jabalí (Hida)

Volvemos para informar a mi maestro de lo ocurrido al castillo Kyuden Kyotei. Ikoma Katsu, el yoriki, nos acompaña.
Por el camino nos hemos bañado en unas aguas termales.
Está nevando. Ya se nota claramente que estamos en Invierno.
El castillo está muy adornado. Mi maestro está debatiendo con un cortesano Unicornio (está jugando un poco con él). Le contamos todo lo ocurrido. Nos aconseja que nos engalanemos para celebrar la Corte de Invierno. Es por la tarde.
El ronin va a hablar con su amigo el Doji.

Me baño, me perfumo y me arreglo para esta noche, para el festival.
El ronin ha venido a pedirme consejo para vestir con un kimono. Le he vestido con un kimono negro con ribetes rojos.

Hay una gran cantidad de Grullas atractivas, algún León guapillo, pero no tanto como los Grullas.
Doji Kagemaru es el anfitrión, el amigo de Keita. Hay unos 70 invitados. Hay pocos Cangrejos; sólo un monje además de Hoshi Mai.

Me siento y Keita a mi lado.
Unos barquitos con platos atraviesan un riachuelo en medio de la habitación. Estos Grulla...
Un Grulla tontea conmigo, sólo con miraditas. Yo me comporto agradablemente con él.

Mañana hay un torneo en el patio central del castillo.

Al Grulla se le cae un papelito y lo recojo. Es una invitación a su habitación. Me deshago de Keita para ir a la habitación del Grulla. Lo que ocurre allí prefiero olvidarlo, pues el Grulla hiere mi orgullo, así que después de irme de su habitación, en medio de la noche, vuelvo para suministrarle un veneno como venganza y que mañana se encuentre con los músculos flojos.

"El León y el Escorpión"

Había una vez un León durmiendo en un campo soleado. Un Escorpión acudió a él y le dijo: "León, eres tan grande. Supongo que eres la criatura más grande de todas estas tierras." El León replicó: "Sí, creo que lo soy". "Y", dijo el Escorpión, "también debes ser la criatura más valiente y más fuerte". "Eso dicen", dijo el León.
"Mi única ventaja es mi aguijón venenoso", dijo el Escorpión. "Y supongo que podrías aplastarme bajo tus patas antes de que pudiera picarte ni una sola vez".
"Podría bastante fácilmente", dijo el León levantándose y estirándose.
"En realidad, si te picara, dudo que siquiera lo notaras".
El León miró al pequeño Escorpión con curiosidad. "Quizá. Pero creo que te pisaré ahora, pequeño, y nunca tendrás la oportunidad". "Oh, pero gran León", dijo sonriendo el Escorpión, "te piqué hace cinco minutos". Y el León no tuvo más que decir.

("La Senda del Escorpión". Ed.: La Factoría de Ideas)

Clanes menores

No son asunto nuestro. Son aún menos que los Unicornio. Si tienen algo que queremos, convencemos a los León para que los aplasten.

("La Senda del Escorpión". Ed.: La Factoría de Ideas)

Fénix

En sus escuelas y bibliotecas, los Fénix son tan peligrosos como los León. Leen y escuchan y aprenden, pero nunca saben.
La máscara que llevan los Fénix es la iluminación. Oculta el rostro de la ignorancia.
Los Fénix pasan su vida estudiando a Shinsei y los elementos, pero ponlos en una batalla, ¿dónde están? Aterrorizados como un niño, esperando poder irse a casa. Ponlos en una corte, ¿dónde están? Tartamudeando y haciendo pucheros, esperando que la reunión termine pronto.
Los Fénix no tienen corazón, no tienen columna, no tienen sangre. No hay vida en ellos. Si un Fénix te causa problemas, pon una hermosa muchacha en su camino y observa cómo se queda sin palabras.

("La Senda del Escorpión". Ed.: La Factoría de Ideas)

Unicornio

He observado muchos años a los recién llegaos, y sigo sin comprenderlos del todo. No coultan sus rostrso sino que los muestran orgullosamente. Pero hay algo... algo que están ocultando. Algo que trajeron de vuelta con ellos de más allá de las montañas.
En cualquier caso, los Hijos de Shinjo son primos de los Cangrejo. No juegan nuestro juego, ni les pedimos que lo hagan. Son menos que peones; son las piezas que no hace falta reunir en el tablero.

("La Senda del Escorpión". Ed.: La Factoría de Ideas)

Dragón

Los Dragón se sientan en sus altas montañas. ¿Sabes lo que hacen allí? Se esconden.
El aislamiento es su máscara y oculta un gran secreto. Oculta su miedo.
Miedo del mundo. Miedo de la vida. Miedo de vivir. Es mejor gastar una vida pensando que viviendo.
Esperan y observan porque tienen miedo de intentarlo. Miedo de comprometerse con el mundo. Miedo de tener que hacer una elección. Tienen miedo de fallar.

("La Senda del Escorpión". Ed.: La Factoría de Ideas)

Grulla

Los Grulla se ocultan tras una máscara de refinamiento para ocultar su amplia colección de vicios. Todos esos poetas y cantantes alaban la gran virtud del amor, pero ¿dónde está el amor en una casa de geisha? Nunca lo he encontrado allí. Además, más que ningún otro clan, los samurai Grulla pueden encontrarse intentando ganar el afecto de una geisha... ¡y disfrazados! Si el amor es una virtud tan noble, ¿por qué se ocultan cuando la persiguen?
Los Grulla sienten resentimiento hacia nosotros porque somos lo que desean ser. Cantan canciones de noble virtud sólo porque necesitan recordarse a sí mismos que la virtud es noble. ¿O es para convencerse a sí mismos de ello?

("La Senda del Escorpión". Ed.: La Factoría de Ideas)

9º día del mes del Jabalí (Hida)

Vamos al monasterio. Dogan es el monje superior. Hay un hombre moribundo, un monje. Es el Kakita.
Vamos al Sur. Cerca de la capilla, cerca del río, hay un fogonazo en el suelo. Seguimos buscando.
A las 3 horas vemos un trozo de armadura enganchada en una ramita en el río. Estaba atada al cuerpo de la Shosuro.
Nos vamos para contárselo a mi maestro, pero en el camino nos encontramos con unos samurais que nos quieren atacar. Son 6. Empieza la batalla contra los samurais León.
Estoy desangrándome, pero he podido lanzar mis shuriken contra el atacante de Mai. Espero que no me descubran. Cuando el samurai iba a rematarme, el ronin me salva. Después, la Kuni nos sana las heridas.

8º día del mes del Jabalí (Hida)

Vamos a las habitaciones. El ronin ha escrito con tinta de la dama Shosuro.
Vamos a hablar con los enterradores. Interrogan a uno de ellos.

Hipótesis:
Alguien le ha dado veneno a Shosuro para acabar con ella, pero se equivoca al darle veneno paralizante. Pensando que estaba muerta, la lleva a enterrar. Ella "despierta" y forcejea para escapar. Mi maestro me dijo que era shugenja.

La Kuni tiene una hipótesis parecida a la mía. Hubo un forcejeo en la habitación del Kakita.

Vamos a dormir.

7º día del mes del Jabalí (Hida)

Ya es de día. Vamos a las habitaciones, primero a la de la dama Shosuro.
La monje encuentra una carta con tinta marrón. Abandona todo para irse con el Kakita.
La habitación está muy limpia y todo muy ordenado. En el armario hay cartas. Debajo del escritorio hay un cajón secreto con venenos y media botella. (No se lo cuento a mis compañeros)
Vamos a la habitación del Kakita. No está su armadura Era un samurai, no cortesano. Hay un bolso con papeles. En la ventana hay una mancha de sangre. En el futón hay un manchurrón de quemado.
No se han fugado. La dama Shosuro no habría dejado sus frascos en la habitación.
Vamos a informar al daimyo para decir que esto no es una fuga. Se van sólo la Kuni y el ronin. El ronin ha probado la tinta en un papel, diciendo que el daimyo es sospechoso.
Llegan la Kuni y el ronin.

Ya es por la tarde. Nos dirigimos a las colinas. Hay cuevas. En la cueva más grande hay un hoy escavado. Hay una pala ensangrentada. Hay un trozo de tela ensangrentada de un Escorpión. Hay un rastro de sangre que sale de la cueva. Se dirige hacia el pueblo.

Ya es de noche. ¿A quién le ha suministrado el veneno paralizante? ¿Se lo habrá dado al Kakita? ¿Se lo habrá tomado ella?

6º día del mes del Jabalí (Hida)

Yo llevo el sello magistrado del Escorpión. Llegamos a las tierras de Matsu Ino; Castillo Suboten.
Unos guardias nos indican la casa se Matsu Ino. Está con un anciano llamado Matsu Kuno, que es su abuelo. Nos informan de que la dama Shosuro se ha ido con Kakita Hachi. Historia de amor.

Vamos a dormir a la casa del jefe del pueblo, Sakkuan. Antes cenamos en la casa de Matsu Ino. Nos asigna un yoriki para que nos "guíe".
Tras la cena, el abuelo nos cuenta una historia. Es el relato de la muerte de su nieto mayor Chonoku. Pobre hombre, termina llorando. Matsu Ino es un poco frío. La casa es un poco austera. No hay obras de arte. Nos presenta a Ikoma Katsu, el yoriki.

Shosuro Kuyiko llevaba allí desde el verano pasado.

Nos vamos a dormir. 4 o 5 mujeres del pueblo ofrecen sedas a la Kuni (es una cazadora de brujas). Le ciden que hay fantasmas que se pasean por todo el pueblo. Es una mujer ensangrentada que grita: "Me has matado!" Suele ir por el camino de Norte a Sur. Mmmm, podría ser el espíritu de Shosuro Kuyiko.

Sakkuan tiene dos hijos y una hija. Es viudo. Nos dice que la mujer ensangrentada gritaba: "Me has matado!" La vio una vez, de noche.

La monje y el ronin se van a al acapilla. Yo me voy a dar un baño. La Kuni se ha ido a vigilar el camino por si aparece el fantasma. El Mantis se queda en la casa. Tras el baño vuelvo a la casa con el Mantis y tomamos sake.

2º día del mes del Jabalí (Hida)

Ya es de día. Mi maestro nos llama a todos. Tiene un problema que resolver en un castillo en tierras León, a 3 días de camino. Ha desaparecido una dama Shosuro. La Kuni se ha mostrado reticente, pero al final, la sonrisa de mi maestro la ha convencido. El ronin va a hablar con su amigo Doji.

León

Los León no son nada. No pueden amenazarme con la vergüenza. No pueden amenazarme con la deshonra. La única amenaza que pueden ofrecer es la muerte, y la muerte sólo me devuelve a mis ancestros. La máscara de los León es la más débil, puesto que está hecha de valor y, por tanto, está hecha de papel mojado. Tras la máscara ocultan dos cosas: duda y miedo.
La duda que ocultan es duda de su señor, su familia e incluso de su Emperador.
El miedo que ocultan es el más oculto de todos. Puesto que cada León me teme. Teme que todo lo que murmuro en sus oídos sobre el honor y la gloria y el valor sea cierto.

("La Senda del Escorpión". Ed.: La Factoría de Ideas)

27º día del mes del Perro (Shinjo)

El ronin ha venido a verme para saber si he averiguado algo. Vamos a hablar con el hijo del daimyo, pero no está. Ha ido de viaje a las tierras Fénix.
Volvemos a la habitación del crimen. Está limpia. El ronin vuelve a preguntarme por la casa de geishas.

He ido a hablar con el grulla Doji. Tampoco saco nada en claro. Me queda mucho por aprender interrogando. Vuelvo con los demás.
Vamos a la ciudad a tomar un sake. En la ciudad hay un pregonero, que da la noticia de la muerte del daimyo. Es un hombre cojo y viejo. Le preguntamos.

Tengo una hipótesis:
La geisha a la que visitaba el hijo, amaba a éste y daba la casualidad de que era descendiente de una de las geishas que vivía antes de la conquista. Pertenecía a la familia León. Mató al padre porque sabía que no se llevaba bien con su hijo y le hacía sufrir.

La geisha se llama Reika. La visita también un tal Ito, un ronin.

Tengo otra hipótesis:
Ito ama a Reika, pero ella ama la hijo. Ito quiere que acusen al hijo de la muerte de su padre para deshacerse de él sin que Reika sospeche.

Vamos en busca de Reika. la interrogan, sobre todo Keita. No sacamos nada de información, así que nos vamos.
Vamos a buscara a Ito y los vecinos nos dicen que ha ido al templo. En el templo están Ito y Reika. Ito desenfunda. Ambos pertenecen a la familia de la flor. Son hermanos. Se hacen seppuku.
Informamos de los descubrimientos.

26º día del mes del Perro (Shinjo)

Estamos de cacería.
El hijo nos habla. Nos cuenta que discutió con su padre, pero que él no le ha matado.
Voy alabando su habilidad para cazar. El ronin le comenta lo del mon de la flor, pero el hijo dice no conocerlo.
* * *
La cacería ya ha terminado. Me quedo con la monje esperando. Nos reunimos y vamos a hablar con el Fénix.
El Fénix pensaba casar a su hija con el hijo del daimyo muerto. Le preguntan por el mon, pero no lo sabe. Cómo me gustaría preguntarle a Tsume Takashi sobre su vida sentimental, pero está fuera de mi alcance.
La monje va a hablar por su cuenta con el León y nos dice que casi la mata.
* * *
Ya hemos comido. Vamos al jardín. Viene el guardaespaldas del león y nos manda llamar. Sabe de quién es el mon. Era de una familia León, la familia que era dueña del castillo. Dice que no sobrevivió nnguno.
Buscamos a Ojuno. Nos habla de las geishas. Me voy a la casa de geishas, que está en el pueblo: Chikuzen. Hay dos casas. La del Pino y la del Crisantemo. Me dirijo a la del Pino. Pero, obviamente, no saco nada en claro. Vuelvo al castillo y me voy a la cama.

12 de septiembre de 2007

25º día del mes del Perro (Shinjo)

Sigo a mi maestro, que tiene apariencia tranquila, a pesar de que todo el castillo está patas arriba.
Hay muchos samurais en la habitación de Tsume Retsu. Me percato de que el Doji está muy nervioso, por su manera de agitar su abanico.
Una Kuni está vigilando al ronin disumuladamente. Yo me quedo mirando a la Kuni para cerciorarme de que no intenta nada contra el ronin. Puede proporcionarme información y no querría perderle.
De la habitación sale un Grulla con el mon de los Tsume. ¡Han matado al daimyo! Nos impiden salir del castillo. Mi maestro está impasible, como siempre. Todos los demás estamos sorprendidos.
Los representantes de cada clan se reúnen en una habitación a discutir lo ocurrido.
El ronin se ha acercado a mí y me ha preguntado si sé algo. Yo sólo le he sonreido. Él se va a su habitación. Le sigo, procurando que nadie se dé cuenta. Han ido a llamarle. Aparezco en el pasillo y cuando veo que entra en la habitación de la reunión, me doy cuenta de que mi maestro está allí, mirándome mal. Secamente, me dice que entre.
Dentro de la habitación están los daimyo y detrás estamos el ronin, la Kuni, un León, un Fénix, un Dragón, un Mantis y, al fondo, una monje. El ronin está detrás del Grulla. En una tarima está subido el grulla Tsume, que es el hijo de Tsume Retsu. Nos comunica que su padre ha sido asesinado. Dice tener motivos para desconfiar del León, del Fénix y del Unicornio, los cuales salen de la habitación. Salimos todos menos los daimyo.
Volvemos a entrar. El Dragón se dirige a la monje: Hoshi Mai. El Grulla elige al ronin: Keita. (¿Por qué a un ronin?) Mi maestro me elige a mí. (Qué bien!) La Mantis elige a un Mantis: Tsuruchi Samu. El Cangrejo elige a la Kuni: Kuni Shimara.
Nos han nombrado magistrados en este caso.
El Grulla hijo, Tsume Takashi, quiere hablar con nosotros. Su padre tenía grandes enemigos y no tenía amigos. Nos ofrece un sello para acceder a cualquier lugar. Lo coge Kuni Shimara.
Nos dirigimos a la escena del crimen. Hay dos guardias en la puerta. Shimara enseña el sello, los guardias no la miran, pero nos dejan pasar.
En el centro de la habitación hay mucha sangre, mucha. En otro lugar hay un manchurrón, y la pared tiene un salpicón.
Al cabo de media hora, debajo de un mueblecito para escribir, el ronin descubre una hebilla del cinturón con un mon. No conocemos ese mon: una flor de 5 pétalos.
Tsuruchi Samu ha descubierto que el techo está movido y lo golpea con el arco. Hoshi Mai sube al hueco del techo, pero no descubre nada.
Kuni Shimara pide una linterna a uno de los sirvientes. Se la pasa a Mai. Encuentra un rastro que lleva a una de nuestras habitaciones. Llegamos a la habitación. No estaba asignada a nadie, según un criado.
Kuni Shimara pregunta que quién descubrió el cadáver. Nos lleva al sótano, donde está el cadáver con la cabeza colocada a un lado. Fue un corte limpio.
Llega Ojuno, el sirviente que ha descubierto el cadáver. Le interroga Kuni Shimara, pero también interviene Keita. El hijo del daimyo fue el último en entrar a la habitación. Yo ya sospechaba de él. No sé si lo mató o lo mandó matar. O quizás es una trampa de los verdaderos asesinos, que quieren que las culpas caigan sobre él. El muerto era viudo y no tenía muchos cariñitos con su único hijo. Despiden a Ojuno.
Ya es de noche. Vamos a cenar. El hijo está en el lugar del padre. El hijo,mm... Creo que será difícil acercarme a él y obtener información, pero por intentarlo sólo perderé un poco de tiempo. O la cabeza.
El hijo se levanta y nos invita mañana a cazar liebres. Tiene unos veintitantos años.
Ya ha terminado la cena.
He ido a hablar con mi maestro, pero como siempre, ha sido muy "amable" conmigo.
Duermo.

24º día del mes del Perro (Shinjo)

Ésta es la primera misión fuera de territorios Escorpión.
Estoy llegando al castillo Kyuden Kyotei junto con mi maestro Shosuro Mihua. El señor del castillo es Tsume Retsu. Mi maestro no me ha dirigido la palabra en todo el camino. Creo que mi fracaso en la embajada León ha desencadenado ese comportamiento hacia mí.
En unos días comenzará el festival del Bon, que es un homenaje a los ancestros.
Estamos en tierras Grulla, que hacen frontera con tierras Fénix y León.
Entramos al castillo mi maestro y yo en el palanquín, acompañados por nuestra comitiva Escorpión.
* * *
Ya es de noche. Hay una gran celebración con mucha gente. Hay un Doji que me llama mucho la atención. Tendrá unos 35 años, como mi maestro. Lleva el pelo teñido de blanco y un abanico; es muy atractivo.

Me acerco a un ronin que también me atrae bastante. Y, vaya: es educado. Acompaña a un noble Doji que resulta ser el Doji atractivo de antes y que ha ido a hablar con mi maestro.
El ronin me ha preguntado el nombre, pero yo no se lo he dicho hasta que nos hemos despedido.
* * *
La fiesta ha terminado. Cada uno tenemos nuestros aposentos. Mi maestro se va a su habitación sin hablarme. Yo me dirijo también a la mía.
Mi habitación tiene una ventanita a la que me asomo. Hay unos jardines mediocres. Al lado de una fuente está el ronin. Creo que puede tener información interesante, y no me desagradaría sacarle esa información.
Hay luna llena. Todo el jardín está bien iluminado. Dejo la ventana abierta y me acuesto.
* * *
El trinar de los pájaros me despierta y...
¡Un grito!

Cangrejo

Nuestra relación con los Cangrejo es complicada. Un Cangrejo es fácil de engañar, pero si llega a descubrir lo que has hecho, te matará sin vergüenza o piedad. Es por ello que si debes jugar nuestro juego con los Cangrejo, debe jugarse con la mayor delicadeza. Nunca deben conocer la fuente de su dolor y sus miserias.
Sin embargo, debemos ser cuidadosos sobre qué juegos jugamos con ellos, puesto que es su muralla la que se alza entre nosotros y las tierras del Señor Oscuro. Utiliza sus debilidades, pero respeta su deber.
Al final, los Cangrejo ocultan su odio hacia nosotros tras una máscara de deber. Nosotros hacemos lo que hace falta, como ellos. En realidad, nuestro deber es casi idéntico al suyo. Pero ellos saben dónde está su enemigo. Nosotros debemos ser astutos, puesto que debemos descubrir a nuestros enemigos. Los Cangrejo sienten resentimiento porque saben la verdad, la fuerza no puede igualarse a la astucia.

("La Senda del Escorpión". Ed.: La Factoría de Ideas)

Supersticiones Escorpión

· Echar sal sobre una nueva prenda de vestir.
· Nunca parar de espaldas a través de un umbral.
· Las ratas traen suerte. Los gatos no, porque matan a las ratas.
· Un escorpión que tenga un importante secreto puede ir al templo de Benten y susurrárselo. Ella lo guardará seguro.
· El número 3 trae mala suerte.
· Cualquier samurai que se parezca a su madre más que a su padre es leal y se puede confiar en él, especialmente si su madre era guapa.

("Secrets of the Scorpion". Ed.: AEG)

8 de septiembre de 2007

Introducción

Hikaru estaba en la terraza haciéndole una trenza a su hija Meiko, de 14 años, mientras las pequeñas gemelas Chinatsu y Narumi correteaban a su alrededor.

Unos golpes en el piso de abajo inquietaron a Meiko y a Hikaru, que se miraron alarmadas.

- Corre Meiko, escóndete con tus hermanas en el armario del salón.

Las niñas obedecieron a su madre enseguida.

- Meiko, ¿qué ocurre? – preguntó angustiada la pequeña Chinatsu.

Meiko sonrió dulcemente y le respondió:

- Estamos jugando al escondite. ¿Acaso no os apetece?

- ¡Sí, sí! – gritaron las pequeñas muy ilusionadas.

- Callaos, que nos van a descubrir. Mirad, si cerráis los ojos y no decís nada ni hacéis ningún ruido, seguro que no nos encuentran. Hasta que yo no os avise, no os mováis de aquí.

- Vale, Meiko – añadió Narumi.

Meiko le dio un beso a cada una en la frente. Le resultó muy difícil esconder su miedo frente a las pequeñas, pero la situación requería ese gran esfuerzo.

Las gemelas, de sólo 3 años y medio, estaban encantadas de jugar al escondite. Ya se habían escondido ahí muchas otras veces y nunca las habían descubierto.

El armario tenía rejillas en las puertas. Meiko podía ver lo que ocurría fuera, pero los de fuera no podían verla a ella, ya que dentro estaba oscuro y, ¿quién se iba a fijar en ese pequeño armario?

De pronto, una sombra cruzó la habitación. Meiko casi no pudo distinguir lo que era, y el sonido de la katana de su madre saliendo de la funda, llamó su atención.

La escena que presenció marcó su vida para siempre. Un hombre vestido de negro, con la cara tapada, estaba atacando a Hikaru con movimientos rápidos, ágiles y concisos. Su técnica era fantástica. Hubo un forcejeo y… el cuerpo de Hikaru cayó sin vida detrás de una mesa.

El corazón de Meiko se congeló. << ¡Mamá! >>. Una lágrima resbaló por su mejilla.

El ninja se disponía a salir de la habitación, cuando Teinosuke le cortó el paso. La velocidad del hombre enmascarado era admirable. En sólo 3 movimientos esquivó los golpes del padre de Meiko y le partió la rodilla. Pero Teinosuke también era rápido y consiguió derribar a su oponente, clavándole su tanto en la garganta.

Teinosuke, arrodillado, trataba de colocarse la rodilla. Pero,… ¡oh, no! Otro hombre de negro se estaba acercando por la espalda preparado para matar a Teinosuke.

Meiko abrió la puerta del armario y, sigilosamente, salió de él. Tenía que hacer algo o su padre también moriría. Por suerte o por causas del destino, Meiko alcanzó a distinguir una aguja de coser de su madre. Rápidamente la cogió y se la lanzó con todas sus fuerzas al asesino en potencia de su padre.

¡Bingo! La aguja atravesó la sien del ninja que, gritando de dolor, cayó al suelo. Teinosuke se giró velozmente e inmovilizó al dolorido oponente. Miró hacia donde se encontraba Meiko. Estaba de pie, con la mirada perdida y la cara empapada en lágrimas.

Los guardias de la casa aparecieron corriendo y se llevaron al prisionero. Ayudaron a Teinosuke a ponerse en pie, y éste se acercó a su hija.

- Meiko, flor de mi jardín, ¿dónde está tu madre?

Meiko levantó su mirada hasta que sus ojos se encontraron con los de su padre y, rompiendo a llorar desconsoladamente, le abrazó tan fuerte como si le fuera la vida en ello.

Teinosuke comprendió enseguida. Se tragó su dolor y acarició el cabello de su pequeña Meiko.

* * *

Habían pasado 2 semanas desde el entierro de Hikaru y los rumores en la casa del cortesano para el que trabajaba Teinosuke iban de boca en boca de todos los que allí trabajaban.

Meiko ya comprendía lo que había ocurrido. La casa fue atacada por unos ninjas que buscaban unos documentos de índole imperial.

- Padre, he decidido servir a la familia Shosuro para honrar al imperio.

Teinosuke perdió la resistencia de su rodilla izquierda durante el ataque. Ahora tenía que ayudarse con un bastón. Paseó durante 2 horas con su hija Meiko sin decir ni una palabra hasta que, finalmente, puso su mano sobre el hombro de Meiko y le dijo:

- Tu corazón es ardiente. Te costará encontrar el equilibrio y yo no podré ayudarte. Eso es algo que conseguirás tú sola. Ten cuidado en el camino.

Meiko agachó la cabeza y su padre la besó en la frente. Acto seguido, se dirigió a la casa, dejándola meditar sobre su decisión.

El deseo de Meiko era convertirse en una gran ninja y vengar la muerte de su madre. Quería servir al imperio para evitar que mataran a más inocentes.

* * *

Durante los años que siguieron, Meiko entrenó duro para convertirse en aquello que anhelaba. Debía compaginar su formación con el cuidado de sus dos hermanas, pues desde que Hikaru murió, Meiko se hizo cargo de ellas como si se tratase de sus propias hijas. Tuvo que madurar muy rápido. Aprendió a escuchar y a comportarse como una gran mujer bushi. Observó el comportamiento de los hombres hacia las mujeres y se especializó en agradar al sexo masculino, para su futuro propio beneficio. Ha estado tan obsesionada con su propósito que jamás se ha fijado en un hombre con otro interés que el de sacarle información.

Alcanzó su meta más cercana, y ahora ya está preparada para las órdenes que le dé su sensei.