Un día Ki-Rin estaba retozando en su campo. Su hermana Fénix le había dicho que tuviera cuidado con el Escorpión, pero Ki-Rin estaba demasiado ocupada jugando, pateando y saltando, y mirando todas esas cosas nuevas y sólo había oído a medias la advertencia de su hermana.
Mientras jugaba, una criatura trepó a una roca para observar. Ki-Rin vio a la criatura y dijo: "He visto a Flor y he visto a Árbol, y he visto a Caballo, pero no te había visto a ti. ¿Quién eres?"
La criatura dijo: "Soy la Verdad".
Ki-Rin sonrió, "Estoy muy contenta de conocerte, amiga Verdad. ¿Has visto al Escorpión? Mi hermana me ha dicho que tenga cuidado con él, pero no sé cómo es."
"Sí, conozco al Escorpión", dijo Verdad.
"¿Puedes decirme cómo es?" "Sí. En realidad podemos ir a buscarle ahora. Si me llevas a tu espalda iremos mucho más rápido que si caminamos los dos."
"¡Buena idea!", dijo Ki-Rin. "Sube a mi espalda, amiga, y nos iremos".
Verdad trepó a la espalda de Ki-Rin y partieron en busca del Escorpión.
"Entonces", preguntó Ki-Rin. "¿Cómo es el Escorpión?"
"Tiene dos pinzas afiladas", dijo Verdad. Ki-Rin miró las dos pinzas afiladas de Verdad y dijo: "Ah, ya veo".
"Y tiene muchas patas"
Ki-Rin miró las muchas patas de Verdad y dijo: "Ah, ya veo".
"Y tiene un aguijón que inyecta veneno mortal".
Ki-Rin miró el aguijón de Verdad y dijo: "Entonces, Verdad, ¿es como tú?"
Verdad sonrió y dijo: "Sí, sí lo es."
Ki-Rin rió. "¿No es afortunado que te haya encontrado a ti antes?"
El Escorpión asintió: "Sí, lo es".
Y Ki-Rin no tuvo más que decir.
Mientras jugaba, una criatura trepó a una roca para observar. Ki-Rin vio a la criatura y dijo: "He visto a Flor y he visto a Árbol, y he visto a Caballo, pero no te había visto a ti. ¿Quién eres?"
La criatura dijo: "Soy la Verdad".
Ki-Rin sonrió, "Estoy muy contenta de conocerte, amiga Verdad. ¿Has visto al Escorpión? Mi hermana me ha dicho que tenga cuidado con él, pero no sé cómo es."
"Sí, conozco al Escorpión", dijo Verdad.
"¿Puedes decirme cómo es?" "Sí. En realidad podemos ir a buscarle ahora. Si me llevas a tu espalda iremos mucho más rápido que si caminamos los dos."
"¡Buena idea!", dijo Ki-Rin. "Sube a mi espalda, amiga, y nos iremos".
Verdad trepó a la espalda de Ki-Rin y partieron en busca del Escorpión.
"Entonces", preguntó Ki-Rin. "¿Cómo es el Escorpión?"
"Tiene dos pinzas afiladas", dijo Verdad. Ki-Rin miró las dos pinzas afiladas de Verdad y dijo: "Ah, ya veo".
"Y tiene muchas patas"
Ki-Rin miró las muchas patas de Verdad y dijo: "Ah, ya veo".
"Y tiene un aguijón que inyecta veneno mortal".
Ki-Rin miró el aguijón de Verdad y dijo: "Entonces, Verdad, ¿es como tú?"
Verdad sonrió y dijo: "Sí, sí lo es."
Ki-Rin rió. "¿No es afortunado que te haya encontrado a ti antes?"
El Escorpión asintió: "Sí, lo es".
Y Ki-Rin no tuvo más que decir.
("La Senda del Escorpión". Ed.: La Factoría de Ideas)
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