Sigo a mi maestro, que tiene apariencia tranquila, a pesar de que todo el castillo está patas arriba.
Hay muchos samurais en la habitación de Tsume Retsu. Me percato de que el Doji está muy nervioso, por su manera de agitar su abanico.
Una Kuni está vigilando al ronin disumuladamente. Yo me quedo mirando a la Kuni para cerciorarme de que no intenta nada contra el ronin. Puede proporcionarme información y no querría perderle.
De la habitación sale un Grulla con el mon de los Tsume. ¡Han matado al daimyo! Nos impiden salir del castillo. Mi maestro está impasible, como siempre. Todos los demás estamos sorprendidos.
Los representantes de cada clan se reúnen en una habitación a discutir lo ocurrido.
El ronin se ha acercado a mí y me ha preguntado si sé algo. Yo sólo le he sonreido. Él se va a su habitación. Le sigo, procurando que nadie se dé cuenta. Han ido a llamarle. Aparezco en el pasillo y cuando veo que entra en la habitación de la reunión, me doy cuenta de que mi maestro está allí, mirándome mal. Secamente, me dice que entre.
Dentro de la habitación están los daimyo y detrás estamos el ronin, la Kuni, un León, un Fénix, un Dragón, un Mantis y, al fondo, una monje. El ronin está detrás del Grulla. En una tarima está subido el grulla Tsume, que es el hijo de Tsume Retsu. Nos comunica que su padre ha sido asesinado. Dice tener motivos para desconfiar del León, del Fénix y del Unicornio, los cuales salen de la habitación. Salimos todos menos los daimyo.
Volvemos a entrar. El Dragón se dirige a la monje: Hoshi Mai. El Grulla elige al ronin: Keita. (¿Por qué a un ronin?) Mi maestro me elige a mí. (Qué bien!) La Mantis elige a un Mantis: Tsuruchi Samu. El Cangrejo elige a la Kuni: Kuni Shimara.
Nos han nombrado magistrados en este caso.
El Grulla hijo, Tsume Takashi, quiere hablar con nosotros. Su padre tenía grandes enemigos y no tenía amigos. Nos ofrece un sello para acceder a cualquier lugar. Lo coge Kuni Shimara.
Nos dirigimos a la escena del crimen. Hay dos guardias en la puerta. Shimara enseña el sello, los guardias no la miran, pero nos dejan pasar.
En el centro de la habitación hay mucha sangre, mucha. En otro lugar hay un manchurrón, y la pared tiene un salpicón.
Al cabo de media hora, debajo de un mueblecito para escribir, el ronin descubre una hebilla del cinturón con un mon. No conocemos ese mon: una flor de 5 pétalos.
Tsuruchi Samu ha descubierto que el techo está movido y lo golpea con el arco. Hoshi Mai sube al hueco del techo, pero no descubre nada.
Kuni Shimara pide una linterna a uno de los sirvientes. Se la pasa a Mai. Encuentra un rastro que lleva a una de nuestras habitaciones. Llegamos a la habitación. No estaba asignada a nadie, según un criado.
Kuni Shimara pregunta que quién descubrió el cadáver. Nos lleva al sótano, donde está el cadáver con la cabeza colocada a un lado. Fue un corte limpio.
Llega Ojuno, el sirviente que ha descubierto el cadáver. Le interroga Kuni Shimara, pero también interviene Keita. El hijo del daimyo fue el último en entrar a la habitación. Yo ya sospechaba de él. No sé si lo mató o lo mandó matar. O quizás es una trampa de los verdaderos asesinos, que quieren que las culpas caigan sobre él. El muerto era viudo y no tenía muchos cariñitos con su único hijo. Despiden a Ojuno.
Ya es de noche. Vamos a cenar. El hijo está en el lugar del padre. El hijo,mm... Creo que será difícil acercarme a él y obtener información, pero por intentarlo sólo perderé un poco de tiempo. O la cabeza.
El hijo se levanta y nos invita mañana a cazar liebres. Tiene unos veintitantos años.
Ya ha terminado la cena.
He ido a hablar con mi maestro, pero como siempre, ha sido muy "amable" conmigo.
Duermo.
Hay muchos samurais en la habitación de Tsume Retsu. Me percato de que el Doji está muy nervioso, por su manera de agitar su abanico.
Una Kuni está vigilando al ronin disumuladamente. Yo me quedo mirando a la Kuni para cerciorarme de que no intenta nada contra el ronin. Puede proporcionarme información y no querría perderle.
De la habitación sale un Grulla con el mon de los Tsume. ¡Han matado al daimyo! Nos impiden salir del castillo. Mi maestro está impasible, como siempre. Todos los demás estamos sorprendidos.
Los representantes de cada clan se reúnen en una habitación a discutir lo ocurrido.
El ronin se ha acercado a mí y me ha preguntado si sé algo. Yo sólo le he sonreido. Él se va a su habitación. Le sigo, procurando que nadie se dé cuenta. Han ido a llamarle. Aparezco en el pasillo y cuando veo que entra en la habitación de la reunión, me doy cuenta de que mi maestro está allí, mirándome mal. Secamente, me dice que entre.
Dentro de la habitación están los daimyo y detrás estamos el ronin, la Kuni, un León, un Fénix, un Dragón, un Mantis y, al fondo, una monje. El ronin está detrás del Grulla. En una tarima está subido el grulla Tsume, que es el hijo de Tsume Retsu. Nos comunica que su padre ha sido asesinado. Dice tener motivos para desconfiar del León, del Fénix y del Unicornio, los cuales salen de la habitación. Salimos todos menos los daimyo.
Volvemos a entrar. El Dragón se dirige a la monje: Hoshi Mai. El Grulla elige al ronin: Keita. (¿Por qué a un ronin?) Mi maestro me elige a mí. (Qué bien!) La Mantis elige a un Mantis: Tsuruchi Samu. El Cangrejo elige a la Kuni: Kuni Shimara.
Nos han nombrado magistrados en este caso.
El Grulla hijo, Tsume Takashi, quiere hablar con nosotros. Su padre tenía grandes enemigos y no tenía amigos. Nos ofrece un sello para acceder a cualquier lugar. Lo coge Kuni Shimara.
Nos dirigimos a la escena del crimen. Hay dos guardias en la puerta. Shimara enseña el sello, los guardias no la miran, pero nos dejan pasar.
En el centro de la habitación hay mucha sangre, mucha. En otro lugar hay un manchurrón, y la pared tiene un salpicón.
Al cabo de media hora, debajo de un mueblecito para escribir, el ronin descubre una hebilla del cinturón con un mon. No conocemos ese mon: una flor de 5 pétalos.
Tsuruchi Samu ha descubierto que el techo está movido y lo golpea con el arco. Hoshi Mai sube al hueco del techo, pero no descubre nada.
Kuni Shimara pide una linterna a uno de los sirvientes. Se la pasa a Mai. Encuentra un rastro que lleva a una de nuestras habitaciones. Llegamos a la habitación. No estaba asignada a nadie, según un criado.
Kuni Shimara pregunta que quién descubrió el cadáver. Nos lleva al sótano, donde está el cadáver con la cabeza colocada a un lado. Fue un corte limpio.
Llega Ojuno, el sirviente que ha descubierto el cadáver. Le interroga Kuni Shimara, pero también interviene Keita. El hijo del daimyo fue el último en entrar a la habitación. Yo ya sospechaba de él. No sé si lo mató o lo mandó matar. O quizás es una trampa de los verdaderos asesinos, que quieren que las culpas caigan sobre él. El muerto era viudo y no tenía muchos cariñitos con su único hijo. Despiden a Ojuno.
Ya es de noche. Vamos a cenar. El hijo está en el lugar del padre. El hijo,mm... Creo que será difícil acercarme a él y obtener información, pero por intentarlo sólo perderé un poco de tiempo. O la cabeza.
El hijo se levanta y nos invita mañana a cazar liebres. Tiene unos veintitantos años.
Ya ha terminado la cena.
He ido a hablar con mi maestro, pero como siempre, ha sido muy "amable" conmigo.
Duermo.
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